Cuarto año de Astudillo: repitió informe plano y le llovió

Texto: Marlén Castro

Foto: Angie García

18 de octubre del 2019

 

Chilpancingo

El poder mimetiza. Es una lección reforzada hoy en el cuarto informe de gobierno del priísta Héctor Astudillo Flores, segundo que le toca a la mayoría morenista de esta 62 Legislatura.

“Primero los pobres” –una de las frases favoritas del presidente Andrés Manuel López Obrador –dijo Astudillo para cerrar su mensaje a los legisladores. “Luchemos juntos”, había pedido antes el coordinador de los morenistas y presidente de la Junta de la Comisión Política, Antonio Helguera.

Los informes de gobierno son sucesos acartonados porque, de acuerdo con la Constitución, son actos solemnes. Justo así empezó, transcurrió y terminó este informe, aunque previo al mismo, había en el ambiente un atisbo de algo diferente: la lluvia del ciclón número 16 de la temporada.

El aguacero relamió melenas alaciadas en salones de belleza, estropeó ropas y calzado de los que asistieron y llegaron en medio del aguacero.

El agua diluyó las protestas. Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa que exigieron cese a la represión de las normales y del Frente Popular de la Montaña (FPM), quienes piden la presentación con vida del dirigente Arnulfo Cerón Soriano, sólo aguantaron con estoicismo dos horas y media de lluvia torrencial.

Se quedaron hasta el final, empapados, los integrantes de la porra de Astudillo, entre ellos, trabajadores del Palacio de Gobierno a los que se les ofreció un día de descanso por asistir; y, cien pesos como pago: fueron observados, tampoco se escondieron.

Desde hace cuatro años, la prensa cubre estos informes sin entrar al recinto. El Poder Legislativo acondiciona un espacio amplio con varias pantallas de televisión y bocinas. Reparte café y bocadillos para que estén a gusto los reporteros de la fuente, mientras el hecho transcurre en otro lugar, lejos de la mirada incómoda y de los cuestionamientos reporteriles. De esta forma, conveniente para el poder, sólo se puede dar cuenta de los discursos. Los detalles para ellos dejan de importar.

 

Guiños mutuos

Los informes de gobierno tienen un formato establecido en el artículo 73 de la Constitución Política del Estado de Guerrero. Si el gobernador acude al recinto a dar un mensaje –no está obligado a hacerlo, pero sí a entregar el informe los primeros quince días de octubre– habrá una sesión solemne: una ceremonia con pompas y formalismos extraordinarios, dice la Real Academia Española (RAE).

De hacerse la sesión solemne, el presidente de la mesa directiva contestará el informe en términos generales y se invitará a un representante del presidente de la República para pronunciar un mensaje alusivo.

En el informe de hoy no se nombró a nadie con la representación del presidente así que nadie habló en nombre de Andrés Manuel López Obrador, aunque había varios funcionarios del gobierno federal, entre ellos, el delegado estatal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a quien, cuando lo nombró, Astudillo cambió de apellido materno. Sandoval Castellanos, dijo, para referirse al delegado, a quien conocen como Pablito, diminutivo que le tocó para diferenciarlo de la tradición de pablos que hay entre los Sandoval.

Aunque ya no está en la Constitución, la sesión solemne del mensaje del mandatario sigue teniendo la participación previa de los coordinadores y representantes de las diferentes fracciones parlamentarias, así que hablaron todos los legisladores que ostentan ese nombramiento, para fijar su posición, aunque las posiciones del Movimiento Ciudadano (MC), del PAN, del PT, Verde Ecologista, PRD, PRI y Morena haya diferido poco.

Cada uno, al empezar su discurso, Arturo López Sugía, del MC; Guadalupe González Suástegui, del PAN; Leticia Mosso, del PT; Manuel Quiñones Cortés, del Verde Ecologista; Alicia Zamora, del PRI y Antonio Helguera, del Morena, resaltaron la vocación democrática de Astudillo al acudir al Congreso a dar su mensaje.

El recinto estaba cercado por vallas metálicas para impedir el acceso de los grupos de manifestantes y sólo se permitía el acceso a los invitados. Al parecer, sitiar el edificio en el que reside el poder popular para que no importunen al mandatario con sus consignas nada tiene que ver con la vocación democrática.

Hubo algunos destellos de crítica, como cuando la diputada petista Leticia Mosso dijo que mientras se destacaba la reducción de los delitos de alto impacto, seguían ocurriendo hechos violentos y no se había resuelto el problema de más de cinco mil desplazados en Guerrero por la violencia.

Helguera recalcó que cuando se salga a caminar a las calles libremente, el activista social ya no sea privado de su libertad y las mujeres no sean agredidas, entonces, se podrá decir que la situación es diferente en Guerrero.

Pero luego de la crítica, Helguera resaltó que el presidente de la República reconoció en Astudillo “el perfil de un gran gobernante” y, como era de esperarse, todos aplaudieron, incluidos los del Morena. Helguera cerró su discurso con un emotivo “luchemos juntos” lo que provocó más aplausos.

Vino el turno de Astudillo y con él la oportunidad de devolver la cortesía. Abrió su mensaje con el tema de la seguridad. Resaltó que entre 2010 y 2017 Guerrero ocupó el oprobioso primer lugar de los cinco delitos de alto impacto, pero que de enero a agosto del 2019 hubo una reducción de casi el 30 por ciento en comparación con el año anterior, lo que ubicó a Guerrero ahora en el séptimo lugar. Para Astudillo estas cifras hablan de que Guerrero está recuperando su armonía y tranquilidad.

Continuó con el tema económico. Dijo que Guerrero es uno de los tres estados con mejores expectativas para invertir, y de las de mayor crecimiento económico; que es el segundo mayor productor de mezcal, el tercero en extracción de oro y primero en producción de flor de jamaica.

También dedicó espacio al tema Ayotzinapa, aunque afuera evadió a los estudiantes de esa normal rural. Dijo que era necesario encontrar la verdad y la justicia y que no estaban de acuerdo con las liberaciones recientes de los implicados.

Envió un saludo al presidente y resaltó una ruta de respeto entre ambos, más allá de los orígenes de cada uno. Después hizo suya la máxima del mandatario: primero los pobres.

Alberto Catalán Labastida, del PRD, el hombre que pagó un anuncio espectacular sobre el huacapa para difundir su designación como presidente de la mesa directiva, contestó el informe. Dijo que dejó de ser un acto publicitario y se convirtió en un evento tangible de combate a la corrupción.

 

Empapados

La lluvia fue una tirana del glamur y la protesta. Sólo llegaron dos contingentes para manifestarse: los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y el Frente Popular de la Montaña (FPM), quienes quedaron atrás de las vallas metálicas con las que se rodeó al Congreso para impedirles el paso al recinto. En la víspera se decía que llegarían varios grupos a protestar y que organizaciones afines al priísmo harían lo mismo para contrarrestar las consignas con arengas y porras.

Los segundos se desbordaron. Llegaron transportistas, antorchistas, trabajadores del gobierno estatal y de los ayuntamientos encabezados por priístas, alrededor de unos mil. Por ratos se replegaban a los pocos espacios en los que pudieran cubrirse de la lluvia, pero los hacían salir a echar vítores a su jefe político.

La permanencia no era voluntaria. Cerca de las 13:00 horas, gente comenzó a desfilar ante un tipo alto, delgado, moreno, de camisa blanca y pantalón beige que se colocó a un lado del restaurante El señorial, quien dio varios billetes de a cien pesos y palomeó nombres de una lista larga.

Esto ocurrió poco después de que los normalistas y del FPM, alrededor de las 12:30, se retiraron. Primero se fueron los estudiantes. Eran pocos desde el principio. Alrededor de unos setenta. Cuando éstos coreaban sus consignas a favor del normalismo rural y la presentación con vida de los 43, los del FPM, también muy pocos, los secundaban y viceversa.

Pero ambos contingentes aguantaron firmes los chubascos que los empaparon de pies a cabeza. Los normalistas optaron por retirarse y a los pocos minutos los del FPM.

Cerca de las 14:00 horas salió Astudillo del recinto, rodeado de alcaldes y funcionarios de su administración, también de invitados especiales como el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), Javier Saldaña Almazán.

La lluvia seguía implacable. El acto se cerró con un confeti verde que voló sobre cientos de paraguas y en segundos, por la lluvia, se deshizo.

 

Cobertura en pantallas

Desde hace cuatro años, cuando llegó Astudillo al gobierno y tenía en el Congreso una mayoría de su mismo partido, el informe se cubre desde un salón amplio que una vez fue la biblioteca.

Algunos medios envían corresponsales a cubrir este informe, cuyas participaciones, pueden seguirse desde la página del Congreso.

Esta disposición sigue intacta aun cuando el Congreso tiene hoy una mayoría proveniente de un partido opuesto al PRI.

Una cobertura lejana al recinto donde tiene lugar el informe no es cuestión de protocolo. Tiene que ver con el derecho de la población de contar con información certera. Las cámaras enfocan lo que es conveniente ver. El reportero sólo cuenta a las audiencias de los medios lo que esas cámaras permiten.

En el salón parece que se está a gusto. Hay bocadillos y café para todos. Las lluvias torrenciales, seguirán durante las siguientes horas.

 

 

 

 

 

 

 

Este trabajo fue elaborado por el equipo de Amapola. Periodismo transgresor. Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor.